Los 10 alimentos que es mejor que no guardar en el congelador

Congelar los alimentos es sin duda una de las formas más convenientes para no desperdiciar comida y tener siempre un poco de provisiones a mano. Por las prisas y por ideas erróneas, solemos poner en el congelador cualquier tipo de alimento, con la esperanza de que se mantenga fresco y sabroso.
Desafortunadamente, hay alimentos que siempre es preferible consumir frescos, ya que la congelación significaría disminuir el sabor y el valor nutritivo que los caracteriza.
Esto sucede principalmente con los alimentos ricos en agua, como los vegetales de hojas verdes, que cuando se los congela se cubren de grandes cristales de hielo y, al descongelarse, rompen las células que los componen.
Ahora usted puede preguntarse cómo es posible comprar en las grandes distribuciones cualquier tipo de alimentos congelados. En los procesos de congelación industriales, los alimentos son sometidos a procedimientos de congelamiento muy diferentes que los caseros. Es por esto que podemos comprar y saborearlos como si fueran frescos.
Descubramos juntos cuales son los alimentos que nunca deberían ser congelados >>
10) La papa (o patata)
Ríquisimas y de larga duración. Entonces, ¿por qué congelarlas? Este tubérculo es uno de los más duraderos en la naturaleza y una vez que se ha recogido puede durar hasta 3 meses, si se guarda en una luz fría, seca y no directa, ya que a la oscuridad produce brotes.
Así que mejor no congelar las papas, ni crudas ni cocidas. Una vez descongeladas resultarían demasiado pastosas. Los cristales de hielo, además de dejarlas insípidas, eliminarían su típica textura crujiente.
9) La lechuga y demás verduras verdes
La lechuga y las otras verduras de hoja, una vez congeladas, pierden gran parte de su sabor y sus nutrientes. Si las congelas, verás que al momento de consumirlas se habrán convertido en hojas amarillentas y demasiado blandas para ser usadas. La congelación casera habrá eliminado por completo toda la nitidez y frescura típica de una hermosa ensalada verde. También se tendrían que evitar de poner en el congelador el apio y el pepino, ya que se produciría el mismo daño.
8) Tomates
Lo mismo va para los tomates. De hecho, una vez retirados del congelador y devueltos a temperatura ambiente serían demasiado blandos. Atención: esto se aplica sólo para los tomates crudos: al horno o cocidos en salsas u otras preparaciones se pueden congelar sin ningún problema. Un consejo: cuando hagas salsa para pastas, cocina una cantidad mayor a las porciones que servirás y congéladas. La próxima vez que quieras unos ricos spaghetti tendrás la parte más difícil ya hecha.
7) Nata y queso
Mejor no congelar los quesos estacionados, más bien, guardarlos al vacío en la nevera. De esta manera no perderán el sabor y se conservarán más de lo habitual. Evita siempre congelar la nata (crema) batida. En el caso de que quieras volver a utilizarla, sería mejor mezclarla con otros alimentos.
6) Fruta
Ya que la fruta es muy rica en agua, va a ser muy difícil conservar sus características congelándola con los métodos caseros. De hecho, las que contienen más líquidos, como melones y sandías, formarían un único cristal de hielo, arruinando por completo el sabor y la textura.
5) Huevos
Nunca pongas los huevos crudos enteros en el congelador. De hecho, el congelamiento aplastaría la cáscara y dejaría salir el líquido al interior. Los huevos duros se pueden congelar, pero pierden su sabor y adquieren una consistencia un poco extraña. Lo mejor es usarlos rallados como decoración de otras preparaciones.
4) Salsas
Por consiguiente, las salsas a base de huevo -como por ejemplo la riquísima mayonesa casera- también se arruina por causa de los cristales de hielo. Las temperaturas bajo cero tienen efectos negativos tanto en la consistencia como el sabor de los productos elaborados a base de huevo. El consejo aquí es intentar hacer la cantidad justa de este tipo de preparaciones o, sino, conservarla en la heladera por no más de 1 ó 2 días.
3) Leche
De ser posible, lo mejor es evitar congelar la leche, pero si no queda otra opción, lo mejor es hacerlo cuando está cruda y, de ser posible, mezclada con otros alimentos. Muchas veces, la leche descongelada a temperatura ambiente forma gránulos cambiando la consistencia completamente.
2) Comida frita
La fritura es, seguramente, la manera más deliciosa de preparar los alimentos ¡todo se puede freir! Sin embargo, lo ideal es consumir los alimentos fritos apenas preparados ya que es el único momento en el que mantendrán todo su sabor y su consistencia crocante. Si ya al enfriarse a temperatura ambiente pierden cualidades… ¡imagínate congelados!
1) Arroz y pasta
Seguramente ya tuviste la experiencia de tener sobras de pasta o arroz después de una comida ¿verdad? Si bien el frío no afecta tanto su consistencia, si puede suceder que pierdan un poco de su sabor. En este caso, el truco es volver a condimentarlos bien (especias, una salsa, queso, o lo que prefieras) para poder disfrutarlos al máximo.
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