Salsa Blanca (o bechamel), la salsa madre de la cocina francesa

La cocina francesa posee varias salsas madres que sirven para preparar muchos de sus platos típicos. Una de ellas, quizás la más famosa, es la salsa cremosa hecha con leche que se llama salsa blanca o bechamel.
La salsa blanca podría ser considerada como una emulsión, porque está hecha con una parte grasa y una líquida, unidas ambas partes por la harina. Se necesita realmente poco para prepararla y, una vez hecha, se puede usar en muchas recetas y preparaciones.
La salsa blanca tiene un sabor delicado y dulce y se combina perfectamente con otros sabores igualmente delicados, como las verduras, o también puede ser usada para equilibrar algunos platos en los cuales predomina la acidez. De hecho, una combinación famosa es con la salsa de tomate.
Para repararla se requieren unos pocos pasos, pero que deben seguirse cuidadosamente para obtener un resultado homogéneo. Los instrumentos que se utilizarán son muy pocos; de hecho, solo se necesita una báscula de cocina y un batidor.
Continúa leyendo en la página siguiente >>
1) Preparar la salsa blanca: la manteca
La cantidad de manteca necesaria para preparar la salsa blanca debe ser proporcional a los demás ingredientes que se utilizarán para lograr preparar la cantidad de salsa que deseamos.
Para lograr unos 500 ml de salsa blanca servirán 60 g de manteca. Ayudándote con un batidor, disuélvela a fuego medio, dentro una cacerola bastante alta y ancha. Deberá resultar completamente amalgamada y espumosa.
2) Preparar la salsa blanca: la harina
La harina que se necesita para la salsa blanca es la misma cantidad que la de manteca utilizada, es decir, 60 gr. Con un solo movimiento, deberás unirla con la manteca que chisporrotea y mezclarla inmediatamente para que absorba la grasa. Una vez que hayas creado una especie de “papilla” tendrás que hacer que todo se tueste, siempre a fuego lento, durante al menos un minuto, para comenzar finalmente a diluir la mezcla con la dosis de leche.
3) Preparar la salsa blanca: la leche
Para obtener aproximadamente 500 ml de salsa blanca, útil para la preparación de una lasaña para 6 personas, deberás usar 500 ml de leche. El primer vaso sirve para diluir la mezcla de harina y manteca, mientras que el resto debe agregarse después de que la mezcla de harina no presente más grumos. Hierve todo por un minuto antes de apagar, la salsa blanca estará ya lista. A gusto de cada uno, puedes condimentar con nuez moscada.
Si te gustó la receta, ¡compártela con tus amigos en Facebook!